La accesibilidad en los pueblos y ciudades. Accesibilidad urbanística

Es importante señalar que la calidad de vida de los ciudadanos está supeditada  por la calidad del espacio urbano donde habitualmente realiza aquellas actividades fuera de un elemento arquitectónico, donde es posible realizar actividades de encuentro, de relaciones sociales y del contacto con el medio. Por ello es necesario que la Accesibilidad se convierta en una cualidad del entorno, embebiendo cada uno de sus ámbitos que permita permeabilizar el tejido urbano y rural para que pueda ser usado por el mayor número de personas. Según J.A. Juncà Ubierna[1] los principales requerimientos para que un espacio urbano sea plenamente accesible son:
·         La transitabilidad o lo que es lo mismo la posibilidad de que las personas puedan circular por los espacios por sus propios medios
·         El estacionamiento o la posibilidad de estacionar el vehículo particular que conduce o transporta una personas con discapacidad en las proximidades de su punto de destino
·         El uso del mobiliario cuando se dispone de transitabilidad y estacionamiento
Estos requerimientos, siguiendo con las indicaciones de Juncà Ubierna, se traducen en los siguientes condicionantes:
o    Integración con los entornos arquitectónicos y del transporte
o    Debe ser accesible a cualquier persona
o    Tener equilibrio estético-funcional
o    Minimizar los recorridos que tenga que realizar el usuario
o    Garantizar la seguridad de los recorridos
o    Soluciones integradas y normalizadas
o    Áreas de aparcamiento próximas y bien señalizadas
o    Facilitar el acceso a los transportes públicos
o    Facilitar los accesos a edificios y entorno construido
o    Eliminación de sustancias nocivas y/o inflamables
o    Especial atención al mobiliario y equipamiento urbano: diseño, ubicación y dotación
o    Organización clara y sistemática de los distintos flujos de circulación
o    Fácil conservación, mantenimiento y limpieza
o    Diseño antivandálico
o    Diafanidad estructural evitando zonas escondidas
o    Señalización clara y completa
o    Diseño, en su caso, acorde con el carácter histórico del espacio urbano
Para poder llevar a cabo es necesario conocer algunas pautas esenciales de cómo hacer accesible el entorno urbano:
En primer lugar debemos tener presente la accesibilidad de los itinerarios peatonales adaptados que deberán disponer de un paso libre de obstáculos de 150 cm. de ancho y 220 de alto, con una pendiente longitudinal del 6 % y transversal del 2 %. No deben existir peldaños o escaleras aisladas y aquellos resaltes o rehundidos no deben superar los 2cm. y la altura máxima del bordillo será de 14 cm.
Los pavimentos de los itinerarios peatonales deben ser duros, estables, antideslizantes en seco y en mojado y sin piezas sueltas, ni resaltes, bordes o huecos que causen tropiezos. En los encuentros con calles deben de tener distinta textura y color, así como pavimento diferenciado en zonas de tránsito peatonal en plataformas únicas. Cuando existan registros en el mismo plano que el pavimento, estos deben de ser sin resaltes y las mallas de las rejillas no deben superar los 2 cm. Los alcorques deben de estar protegidos con rejilla o similar o bien con bordillo perimetral de 10 cm. de altura si son mayores de 300 cm. Los elementos relacionados con el transporte deben de estar señalizado mediante franja transversal de 120 cm. de ancho hasta la línea de fachada de pavimento contrastado en textura y color:
Debemos señalar que las franjas señalizadoras en itinerarios urbanos[2] son aquellos tramos de un itinerario peatonal, con pavimento de textura y color diferente al del resto del itinerario, cuya función es avisar, orientar y dirigir a las personas ciegas, con deficiencias visuales o con graves problemas de orientación. Estas franjas deben de colocarse en función de las situaciones en las que es imprescindible su uso:
o   Pasos de peatones: Las franjas estarán situadas en los vados que conforman el paso peatonal. Tendrán un ancho de 1,20 y su longitud debe de atravesar todo el ancho del itinerario de la marcha, para ser detectado por el peatón
o   Escalones aislados, escaleras y rampas / Bocas de metro: Situadas al comienzo y final de las mismas, en la dirección transversal al sentido de la marcha y ocupando todo el ancho del itinerario peatonal donde se encuentren ubicadas. Su ancho será igual a 1,20 cm. igual al del ancho de la escalera
o   En grandes espacios abiertos o estructuras urbanas complejas: Es necesario la colocación de encaminamientos para dirigir a las personas que lo precisen a realizar el recorrido habitual por dichos espacios. El pavimento de las bandas direccionales debe ser diferente al utilizado en el resto de los casos compuestos por baldosas con grabado a base de estrías longitudinales, contrastando en textura y color con el pavimento circundante. Su longitud debe de recorrer toda el área de embarque. El ancho estará comprendido entre 0,30 y 0,40 m y la longitud coincide con el recorrido correspondiente.
o   Bordes de andenes en paradas de transporte público: Bandas longitudinales que señalizan el cambio de nivel entre los andenes y las vías por las que discurren los vehículos.

Su geometría debe de ser sencilla, preferiblemente de área rectangular, y se instalarán enrasadas con el pavimento circundante sin provocar más irregularidad que la del grabado de las piezas. Son recomendables las de tipo “baldosas de botones” que están normalizadas y son fabricadas en diferentes colores, con las siguientes dimensiones[3]:

En relación con la calzada, las bandas de paso peatonal deben quedar definidas paralelas al bordillo y de forma que pueda realizarse el cruce en línea recta, con la dirección de la marcha perpendicular al bordillo, y con respecto a las bandas de paso peatonal en calzada (paso de cebra) es imprescindible mantener la pintura del trazado peatonal en óptimas condiciones de visibilidad, con trazado normalizado para todos los cruces con bandas blancas paralelas entre sí que ocupen todo el ancho del paso peatonal en calzada, pintadas directamente sobre el pavimento o asfalto, sin colorear el pavimento o asfalto entre las mismas y su pintura blanca debe de ser reflectante y antideslizante en seco y en mojado. En relación con las características de la pavimentación de las bandas delimitadoras del paso peatonal en diagonal en calzada y sin posibilidad de rectificación, deben señalizarse táctilmente los límites del mismo para garantizar la seguridad de los peatones con deficiencia visual. Se proponen las dos opciones: Instalar en la calzada bandas delimitadoras a ambos lados para determinar táctilmente los límites del paso peatonal[4], o levar toda la superficie del paso peatonal en calzada[5]
Los vados peatonales[6]  son las modificaciones de las zonas de un itinerario peatonal, mediante planos inclinados que comunican niveles diferentes, y que facilitan a los peatones el cruce de las calzadas destinadas a la circulación de vehículos. Cuando pueden ser utilizados de forma autónoma y segura por todas las personas, tengan o no alguna discapacidad se considera accesible. Los diferentes parámetros que definen un vado han sido regulados por las normativas autonómicas de Accesibilidad pero podemos decir que un “vado modelo” es aquel cuyos planos inclinados poseen una pendiente longitudinal máxima del 8%, una pendiente transversal no superior al 2%, sin desnivel entre acera y calzada en la zona donde se produce el cruce de los peatones (resalte máximo 2cm) y con una anchura mínima de paso de 1,80 m. Los vados se pueden clasificar de diversas formas: en función de los materiales con los que se han construido (vados de piedra, de hormigón...); según el sistema de ejecución (vados prefabricados, construidos in situ...); según la ubicación en el medio urbano (vados en banda peatonal, en orejeta...); en función de la diferencia de nivel que superan, etc. A continuación se muestra la clasificación más recurrente[7]:
1)     Atendiendo a la diferencia de nivel que exista entre el plano del itinerario peatonal y el de la circulación rodada
a)     Vado de resalte  Modificación que sufre un itinerario peatonal para comunicar dos superficies cuya diferencia de nivel no supera los 3,00 cm.


b)    Vado de cambio de nivel Es el caso más frecuente – el "cambio de nivel" corresponde a la altura habitual de los bordillos de las aceras, que no suelen superar los 15,00 cm., y están formados por planos inclinados que confluyen para alcanzar la cota de la calzada.

c)     Vado de ruptura de nivel Se trata de vados de diseño singular, que se construyen para superar alturas de más de 15,00 cm. Suelen ser vados de morfología compleja, que se apartan de las soluciones convencionales normalizadas y que se utilizan en puntos conflictivos de las estructuras urbanas antiguas (aceras escalonadas, topografías complicadas, ...)

2)     Atendiendo a su forma y en función del número de planos inclinados que los componen
a)     Vado de tres rampas Son los más usuales y se conforman mediante tres planos inclinados, con el 8% de pendiente máxima, que confluyen hasta alcanzar la cota de la calzada. Se pueden construir cuando la acera en la que se sitúan es lo suficientemente amplia para permitir una banda libre peatonal no afectada por el vado de, al menos, 0,90 m. de ancho.


b)    Vado de dos rampas Se deben construir en aceras estrechas (ancho menor o igual a 2,50 m.), y consisten en hacer descender todo el ancho de la acera mediante dos planos inclinados, con el 8% de pendiente máxima, hasta alcanzar el nivel de la calzada. En este tipo de vado no se colocan franjas señalizadoras y, únicamente, se construye la totalidad de la superficie ocupada por el vado con pavimento de textura y color diferente

c)     Vado de una rampa Están formados por un único plano inclinado, con el 8% de pendiente máxima, y los consiguientes cuchillos laterales, que han de protegerse con barandillas o cualquier otro elemento de mobiliario urbano. Deben permitir una banda libre peatonal, no afectada por el vado, de 0,90 m. de ancho mínimo.

3)     Vados en esquina No se recomiendan los vados en esquina ya que pueden inducir a las personas ciegas a cruzar la calle en diagonal, provocándoles peligro y desorientación. Se deben realizar únicamente en aceras muy estrechas, cuando resulte imposible efectuar el giro de 90º con la silla de ruedas.

Un vado se ejecutará con pavimento de textura y color diferente al del itinerario peatonal donde se encuentren ubicados, contrastando además con el asfalto de la calzada. Contarán con franjas señalizadoras de 1,20 m. de ancho que, en general, se construyen con el mismo pavimento que el utilizado para los vados[8]. Cuando existan cuchillos laterales producidos por la pendiente del vado, se protegerán con mobiliario urbano (papeleras, semáforos,...) para evitar el peligro que supone el brusco cambio de nivel. El ancho del vado y las pendientes longitudinal y transversal máximas de los planos inclinados que lo conforman, serán determinados por la normativa autonómica de Accesibilidad que sea de aplicación. Se evitará en encharcamiento del vado mediante rigolas o sumideros adecuadamente situados.
El encuentro entre acera y calzada en la zona donde se efectúa el cruce de los peatones, ha de realizarse a la misma cota. En caso de que acera y calzada no estén enrasadas en dicha zona, se pueden producir dos situaciones: Si el desnivel no supera los 2 cm., se achaflanará o redondeará el canto del bordillo para que no suponga una barrera para personas que utilicen silla de ruedas. Si el desnivel está comprendido entre 2 y 3 cm., se achaflanará el encuentro con una pendiente del 25%.
Un aspecto importante a destacar son los pasos peatonales[9] que son las zonas de intersección entre la circulación rodada y el tránsito peatonal, es decir, la parte del itinerario peatonal que cruza la calzada de circulación de vehículos al mismo o a diferente nivel. Generalmente se considera la anchura del paso peatonal como la longitud total de los vados que lo limitan, y coincidirá, además, con la longitud de las bandas señalizadoras del paso de cebra correspondiente. La señalización del paso de peatones – paso de cebra – consiste en bandas paralelas a la acera pintadas sobre la calzada, de 0,50 m. de ancho y separadas entre sí una distancia de 0,50 m. La pintura deberá resistir la intemperie, mantener el color – generalmente blanco –, no ser deslizante con la lluvia y ser resistente al desgaste producido por el tráfico rodado.  Para seguridad de los viandantes, deberá colocarse una señal vertical o un semáforo que anuncie a los vehículos la existencia del paso de peatones. La línea de detención ante semáforo es una banda perpendicular a la acera de 0,30 a 0,40 m. de espesor, dibujada en la calzada separada 0,50 m. del comienzo de las líneas del paso de peatones, que indica el punto donde han de detenerse los vehículos ante el semáforo.
Los pasos peatonales se clasifican atendiendo a los flujos de tránsito de personas y tráfico de vehículos, y a la sección de la vía que se pretende atravesar:
§  Pasos peatonales no regulados por semáforos Generalmente se encuentran en calles estrechas y con poca intensidad de tráfico de vehículos, como es el caso de barrios residenciales céntricos o periféricos. Deben estar señalizados con pasos de cebra para indicar a los vehículos la prioridad del peatón, aunque en muchos casos no existe ningún tipo de señalización. El ancho mínimo de este tipo de pasos peatonales ha de ser de 1,80 m. Para evitar que los vehículos aparquen en el tramo del paso peatonal, se pueden construir los vados correspondientes sobre prolongaciones de la acera que ocupen la franja de aparcamiento, favoreciendo la continuidad de la banda libre peatonal al liberarse la acera propiamente dicha de la ubicación de los vados.
§  Pasos peatonales regulados por semáforos   Se encuentran en vías de amplia sección, que comunican y distribuyen zonas de gran actividad (usos comerciales, oficinas, etc.). En estos casos se produce una utilización alternativa del espacio del cruce por peatones y vehículos, siendo el semáforo el mecanismo que regula los tiempos de circulación de ambos. Dichos semáforos dispondrán de dispositivos acústicos que garanticen la seguridad de las personas ciegas y deficientes visuales, Las dimensiones de este tipo de pasos peatonales dependerán de la sección de la vía y de la concentración de peatones durante el tiempo de espera en los mismos. Se recomienda un ancho mínimo de 4,00 m. En cruces de vías colectoras o avenidas con calles secundarias, es conveniente alejar los pasos de peatones de la intersección de las calles, es decir, retranquearlos respecto a las esquinas para proteger a las personas de los vehículos que giran para entrar en las calles adyacentes, y aumentar el espacio para facilitar la espera de dichos vehículos. No resulta conveniente retranquear excesivamente los pasos peatonales para no hacer tortuoso el itinerario peatonal. Los semáforos deben de tener señalización acústica y la duración del intervalo debe de ser de 50 cm./s más 5 s. de reacción al inicio de la marcha
§  Pasos peatones elevados y subterráneos Se construyen en casos extremos, para atravesar vías urbanas o interurbanas con intensidades de tráfico de vehículos muy fuertes y con prioridad absoluta sobre el tránsito peatonal. Tanto en pasos elevados como en subterráneos, se debe contar con escaleras y rampas de acceso adecuadas para que no constituyan una barrera para personas con discapacidad. Dichas rampas se construirán de acuerdo a los criterios que señale la normativa de Accesibilidad que sea de aplicación en cada caso. En los pasos elevados se recomienda un ancho mínimo de 1,80 m., y en pasos subterráneos de 2,40 m. Estos últimos han de diseñarse con embocaduras amplias, el trazado más recto y claro posible, y han de dotarse de iluminación adecuada para evitar la claustrofobia y la delincuencia (200 lux.). Se recomienda permitir una altura libre mínima de 2,20 m.
Un “paso de peatones modelo” debe de contemplar las consideraciones siguientes:
  • La acera se mantendrá un ancho igual al del paso peatonal trazado en calzada, respetando siempre el ancho mínimo libre peatonal de 200 cm[10].
  • El trazado de los pasos peatonales en acera se proyectará de forma que queden siempre enfrentados con su contrario para que el cruce se realice en línea recta, con la dirección de la marcha perpendicular al bordillo
  • Se debe conseguir la máxima normalización[11] en su ubicación, evitándose en los ángulos de las esquinas o chaflanes y en ensanchamientos irregulares, así como el aprovechamiento de un mismo vado para dos cruces contiguos perpendiculares.
  • En la calzada, el trazado de sus bandas - paralelas al bordillo - debe extenderse a todo lo ancho del paso peatonal. Esta zona del asfalto o pavimento puede ir sobreelevada[12].
  • La pendiente máxima longitudinal será del 8% y la transversal del 2%, siempre referida a la zona de paso peatonal resuelto con vado.
  • La zona de encuentro del bordillo de la acera con la calzada en todo el ancho del paso peatonal debe contemplar una altura de 2 cm, con canto redondeado o achaflanado. Este desnivel, en todo tipo de paso peatonal -incluyendo el resuelto con vado es necesario para evitar el peligro que supone al peatón con deficiencia visual invadir la calzada sin cerciorarse, y permitirle al tiempo alinearse físicamente de forma previa a la realización del cruce en línea recta.
  •  Señalización del paso peatonal: ubicación y características de la pavimentación

  • En la acera se señalizará la presencia de paso peatonal en la acera mediante franja señalizadora de 120 cm de anchura. Debe estar ubicada en la acera, en el centro o eje del paso peatonal, en dirección perpendicular a la marcha, de la siguiente manera:

La «franja señalizadora de paso peatonal en la acera» debe cumplir, además de lo estipulado para pavimentos en general los siguientes requisitos:
  • Debe ser claramente diferenciable en los aspectos visual y táctil, cuidando que tanto el relieve del resto de la acera como su coloración presenten contraste con el de la franja señalizadora.
  • Esta franja estará compuesta de pavimento táctil de botones, cuyas características dimensionales de la cara vista son (UNE 127029. Baldosas táctiles prefabricadas de hormigón)
    • Botones de 2,5 cm de diámetro exterior y 2 cm de diámetro interior, 0,5 cm de altura y separación de 5 cm entre sus centros.
    • La distancia entre los bordes exteriores de 2 botones, alineados por sus centros, será igual a 2,5 cm, y la separación del borde del botón al borde exterior de la sección de pavimento será igual a 1,25 cm.
El ancho del paso de peatones ha de coincidir con la longitud total de los vados que lo conforman, que, a su vez, coincidirá con la longitud de las bandas de señalización de dicho paso peatonal – paso de cebra –. Los casos más frecuentes de pasos peatonales son los que se producen a nivel de calzada, estén o no regulados por semáforos. En cuanto a criterios de ubicación de los mismos, se pueden distinguir dos casos posibles:
  • Si los pasos peatonales se sitúan en calles que se cortan de forma ortogonal o cuasi ortogonal, se recomienda que se localicen a partir del punto de intersección de las alineaciones de ambas calles. En el caso de que las líneas de fachada se encuentren en chaflán, se considerará como referencia un punto virtual de encuentro, obtenido al prolongar las dos alineaciones.
  • Cuando la intersección de dos calles no se produce de forma ortogonal y se cruzan formando ángulos agudos y obtusos muy acusados - pasos peatonales en cruces oblicuos -, para situar los vados enfrentados según la dirección perpendicular a la de la calzada que se pretende cruzar hay que alejarse excesivamente de la esquina. Esto provoca que las personas no crucen por el paso de peatones para no tener que realizar un recorrido tan largo hasta el mismo, con el consiguiente peligro ante los vehículos que puedan girar. Por otra parte, las personas ciegas o deficientes visuales no encuentran fácilmente el paso peatonal e igualmente cruzarán por la esquina siguiendo la dirección de la acera en la que se encuentran.
En los pasos peatonales en los que la acera se eleva al nivel de la calzada – vados de resalte, además de las bandas señalizadoras de pavimento diferenciado en la acera para indicar la existencia del paso, el tramo de calzada por donde se efectúa el cruce de los peatones se ejecutará con adoquines o cualquier otro material que implique cambio de textura respecto al resto de la calzada. Si esto no es posible, las bandas de señalización del paso de cebra serán de textura rugosa.
Las isletas[13] son zonas comprendidas en el ancho de grandes calzadas, destinadas a la estancia de los peatones con objeto de fraccionar el tiempo de cruce de las mismas. Su función consiste en fragmentar el tiempo de permanencia del peatón en la calzada, y su instalación resulta imprescindible en vías de amplia sección - tres o más carriles por sentido, o más de 20 m. de ancho de calzada -. En vías de menor sección, igualmente puede ser aconsejable la colocación de isletas para facilitar el cruce de las mismas a personas con dificultades de movilidad, cuya velocidad de paso está limitada. Una “isleta modelo" tendrá de ancho igual al del paso de peatones y, en cualquier caso, no inferior a 1,80 m., de 1,50 m. de fondo mínimo y con la superficie útil de paso al mismo nivel que la calzada. Se ubicarán y diseñarán de forma que no obstaculicen la circulación y el giro de los vehículos. El ancho de la isleta en las zonas de cruce de personas coincidirá con el ancho del paso peatonal, y deberá permitir la estancia simultánea y el cruce de dos sillas de ruedas (ancho mínimo = 1,80 m.), siendo el fondo de la misma igual o superior a 1,50 m. El paso de las personas a través de la isleta se considera como parte de un itinerario peatonal accesible y, por tanto, no existirá desnivel entre la isleta y la calzada en los tramos de los pasos peatonales. Se protegerán las zonas de permanencia de las personas en la isleta con elementos estructurales (bordillos, jardineras, etc.) para evitar la invasión accidental de los vehículos, y estarán convenientemente iluminadas por la noche. La diferenciación de isleta y calzada en los tramos del cruce de peatones se realizará mediante pavimento de distinta textura y color, con objeto de que las personas ciegas o con escaso resto visual detecten con facilidad la situación de la isleta. El criterio de señalización del pavimento será el mismo que en los vados. Las isletas intermedias o medianas, en general, deben tener las mismas características que las aceras que las circundan en cuanto a pasos o vados peatonales, altura del bordillo y pavimentación. Deben contar con un fondo mínimo de 200 cm y con un desnivel mínimo con la calzada de 2 cm, con canto redondeado o achaflanado. Es imprescindible su alineación con los pasos o vados peatonales a los que afecten. Igualmente, un mismo vado no puede servir para dos cruces distintos contiguos. En los supuestos en que en una isleta confluyan varias opciones de toma de dirección y afecte a pasos o vados no alineados entre sí, se delimitarán en la calzada todos aquellos cruces que queden proyectados en diagonal…Las isletas no deben quedar nunca totalmente enrasadas con el pavimento de la calzada por la desprotección que esto supone al peatón.
Los vados para vehículos[14] se definen como zonas de acera que modifican su estructura para posibilitar la entrada y salida de vehículos desde la línea de fachada hasta la calzada. Generalmente las normativas autonómicas de Accesibilidad sólo regulan la pendiente de los itinerarios afectados por la existencia de vados para vehículos, por lo que se deduce que se refirieren a los vados que atraviesan el ancho del itinerario peatonal en que se ubican. Dicha forma de construcción de vados para vehículos es muy recomendable.
Generalmente un “vado modelo” no puede afectar a la banda libre peatonal y no se instalarán franjas señalizadoras en estos vados para evitar que las personas ciegas puedan confundirlos con los vados de los pasos peatonales. Cuando se trate de aceras muy estrechas que no permitan reducción alguna de su ancho, se utilizarán bordillos de sección achaflanada para facilitar la subida del vehículo a la acera.
(FOTO VADO PARA VEHÍCULOS)

Dentro del entorno urbano las escaleras que se encuentren en los itinerarios deben de tener una anchura mínima de 150 cm y una directriz recta o ligeramente curva y con pavimento antideslizante tanto en seco como en mojado. Debe de existir pasamanos continuos en todo el recorrido en ambos lados a una altura medida desde el borde de cada peldaño de 90-105 cm. y cuando su anchura sea superior a 400 cm. existirá un pasamanos central. Toda escalera debe de tener peldaños con tabica continua y sin bocel y cada peldaño medirá 28-32 cm. de huella y una tabica inferior a 17,5 cm. Dispondrán de una franja de señalización, en el embarque y el desembarque de la escalera de 120 cm. de ancho, así como tendrá señalización de borde en los peldaños. No podrá exceder de 10 peldaños por tramo y si existen mesetas intermedias entre tramos, su dimensión mínima de mesetas intermedias será de 150 cm. Los espacios inferiores de  la escalera, de altura inferior a 210 cm. deberán estar protegidos.
Cuando se dispongan rampas dentro de un entorno urbano tendrán una anchura mínima de 180 cm. con pendientes máximas longitudinal máxima del 8 % y transversal del 1,5 %. Su directriz será recta o ligeramente curva y su pavimento antideslizante tanto en seco como en mojado. Debe de existir pasamanos continuo en todo el recorrido en ambos lados a una altura medida desde el borde de cada peldaño de 90-105 cm. y dispondrá de franja de señalización en rellanos, embarque y desembarque de la rampa de 120 cm. de ancho y tendrá iluminación continua en todo el recorrido. El tramo máximo sin mesetas (proyección horizontal) será de 9 m. y en cada tramo existirán mesetas intermedias con una dimensión mínima de 150 cm. En toda la rampa existirá un zócalo de 10 cm. y los espacios inferiores de la rampa, de altura inferior a 210 cm. estarán protegidos
Si existiesen ascensores dentro de un entorno urbano, tendrán una profundidad mínima de cabina en sentido de acceso de 140 cm. y una anchura mínima de cabina de 80 cm. Las puertas de recinto y cabina dispondrán de apertura automática y tendrán un ancho de 80 cm. Frente a las puertas, existirá un espacio libre de 150 cm. de diámetro. La botonera se situará a una altura de 90-140 cm. y su lectura será en Braille o relieve. Dispondrá de un pasamano perimetral a una altura entre 90 y 140 cm. y la señalización en planta se situará al lado de la puerta, con el número de planta en altorrelieve a una altura 90-140 cm.
Cuando existan aseos y servicios higiénicos públicos se dispondrá de un aseo por cada batería , en el que las puertas medirán de 80 cm y su apertura será correderas o hacia el exterior. Dentro del aseo existirá un espacio libre de giro y maniobra de 150 cm. de diámetro. También existirá un espacio de acceso lateral a inodoro de 80 cm. y otro de acceso lateral a lavabo de 68 cm. de altura y 25 cm. de fondo. El inodoro tendrá dos barras abatibles a 75 cm. de altura con una distancia entre ejes de 65-70 cm. La altura de accesorios y mecanismos estará entre 70 y 120 cm. La grifería será monomando, situada a una distancia máxima de 46 cm.  y la cisterna con sistema de descarga adecuado a personas con movilidad reducida en miembros superiores. El borde inferior del espejo estará situado a 90 cm. y el pavimento será antideslizante tanto en seco como en mojado. Las rejillas y sumideros enrasados sin exceder 8 mm. de diámetro
Se reservarán 1/40 plazas o fracción de plazas de aparcamiento para vehículos que transporten personas con movilidad reducida que estarán situadas próximas a los accesos peatonales adaptados. La plaza de aparcamiento tendrá unas dimensiones mínimas en batería de 450 x 220 cm. y en línea de 450 x 220 cm. Se señalizará horizontalmente con superficie azul, el Símbolo Internacional de Accesibilidad (SIA) o ambas, y verticalmente con una señal vertical con el Símbolo Internacional de Accesibilidad (SIA) y el epígrafe “Reservado a personas con movilidad reducida”. Todas las plazas tendrán un área de acercamiento  de 100 x 450 cm. donde se pueda inscribir  un círculo de 150 cm.
La iluminación dentro del entorno urbano debe ser uniforme en todo el itinerario, evitando zonas oscuras y sin cambios bruscos de iluminación. La colocación de fuentes de luz debe evitar deslumbramientos.
Toda señalización que se utilice en el entorno urbano debe de tener alto contraste cromático entre los caracteres y símbolos contenidos en cada señal y la superficie de la misma. Debe de existir homogeneidad en el diseño de las señales, utilizando símbolos sencillos y fácilmente comprensibles. Su superficie no debe provocar reflejos y deslumbramientos. El tamaño mínimo de los caracteres dependerá de la distancia estimada de lectura[15].
Si existiesen obras en la vía pública éstas deberán proveerse de elementos de protección y delimitación que estarán separados con el área protegida como mínimo 50 cm,  con una altura mínima de 90-100 cm. y el resalte máximo de la base de sustentación, invadiendo el ancho del paso peatonal sin exceder de 5 cm. Estos elementos estarán prolongados hasta el suelo o hasta 25 cm. de altura y tendrán colores vivos y contrastados, así como iluminación nocturna de balizamiento. Siempre se deberá proteger todos los elementos estructurales o auxiliares y habilitar un paso alternativo.
Al menos un elemento de mobiliario urbano de entre los que se sitúan para cada uso diferenciado, debe de ser accesible desde el itinerario peatonal. Su colocación está condicionada a ancho libre restante: Si dicho ancho es mayor de  150 cm., no podrá ocupar más de 2/3 del total de la acera. En todo caso la distancia mínima de la calzada será de 40 cm. Si existiesen elementos en voladizo o con partes en voladizo, suspendidos o con elementos portantes que arranquen desde el suelo deben de prolongarse hasta 25 cm. del suelo o colocar una protección de 25 cm. de altura alrededor del perímetro de la proyección del elemento.

Otros elementos del mobiliario urbano accesible son:
·       Las cabinas de teléfono que deberán existir una adaptada por cada instalación. Esta cabina deberá disponer de elementos accionables colocados a una altura  entre 70 y 120 cm. de altura
·         Los cajeros automáticos deberán ser todos accesibles con sus elementos accionables situados entre 70 y 120 cm. de altura
·         Soportes verticales de señales, semáforos y báculos de iluminación            Se colocarán en función del ancho libre de la acera: si el ancho libre es mayor de 90 cm. se situará en el tercio exterior de la acera y si es inferior a 90 cm. junto a fachada
·         Contenedores, papeleras y buzones   Si situarán a 90 cm. de altura y los elementos para impedir el paso de vehículos y/o bolardos tendrán una altura mínima de 70 cm. y estarán separados 150 cm.
·         Asientos y bancos       Tendrán 45 cm. de altura y una profundidad de asiento 40-45 cm., siempre con respaldo y reposabrazos

Las paradas de autobús deben de estar señalizadas con pavimento contrastado en textura y color mediante franja transversal de 120 cm. hasta la línea de fachada. Así mismo las marquesinas  dispondrán de un ancho mínimo de acceso lateral o central de 105 cm. y dentro existirá un espacio de giro de 150 cm. de diámetro. El cerramiento perimetral proyectado hacia el suelo tendrá un mínimo 25 cm. y los elementos no tendrán cantos vivos ni aristas.  Si los paramentos son acristalados se dispondrán de 2 bandas contrastadas de colores vivos a 85-110 cm. y a 150-170 cm. Cuando exista información que dar, la altura mínima de los caracteres de identificación de la línea estarán a 14 cm y los postes informativos tendrán  información en Braille y caracteres en relieve. La altura de colocación de información de en Braille y con caracteres en relieve  estará entre 140-160 cm.
Se dispondrá la colocación de apoyo isquiático.


[1] JUNCÀ UBIERNA, J.A.: “Movilidad Accesible”. En VV.AA.: “Manual para un entorno accesible”. Documento 15/2005. Real Patronato sobre Discapacidad. Madrid 2005

[2] Datos extraídos de LOPEZ PEREDA, P. Y NIEVES MÓURIZ, E. : “Manual de Vados y pasos de peatones”. ViaLibre.  Colección Accesibilidad. Escuela Libre Editorial. 2000
[3] Fuente: http://www.construmatica.com/construpedia/Requerimientos_Generales_para_las_Baldosas_T%C3%A1ctiles
[4] Por ejemplo bandas en relieve de pintura del tipo plástico en frío de dos componentes o similares o bandas de goma sobreelevadas, atornilladas al asfalto o pavimento de calzada.
[5] Respetando un mínimo de 2 cm de altura del bordillo de la acera en su encuentro con la calzada, en todo el ancho de la acera coincidente con el paso peatonal, con canto redondeado o achaflanado
[6] Op. Cit. 51.
[7] Op. Cit. 51.
[8] Existen dos criterios de colocación de franjas señalizadoras: Banda señalizadora central, atravesando todo el ancho de la acera e indicando el centro del vado o dos bandas señalizadoras en los extremos del vado, igualmente atravesando todo el ancho de la acera.
[9] Op. Cit. 9.
[10]  Como excepción se permitirá el ancho mínimo de 150 cm en zonas especiales, itinerarios provisionales por obras, cascos antiguos u otras situaciones análogas.
[11] La normalización facilita la orientación del peatón y en especial las persona con discapacidad visual
[12] Como excepción Cuando el cruce deba realizarse en diagonal y no pueda modificarse su proyección, existen dos opciones: Instalar en la calzada bandas delimitadoras a ambos lados para determinar táctilmente los límites del mismo o sobreelevado del paso peatonal en calzada (respetando un mínimo de 2 cm de altura del bordillo de la acera en su encuentro con la calzada, en todo el ancho de la acera coincidente con el paso peatonal, con canto redondeado o achaflanado). Ambas soluciones permiten al peatón con deficiencia visual percibir táctilmente que se encuentra dentro de la zona peatonal en calzada, y evita el peligro de desvío e invasión involuntaria de la zona de tráfico.

[13] Op. Cit. 51.
[14] Op. Cit. 51.
DISTANCIA
ESTIMADA
TAMAÑO
MÍNIMO
5 m.
14 cm.
4 m.
11 cm.
3 m.
8,4 cm.
2 m.
5,6 cm.
1 m.
2,8 cm.
0,5 m,
1,4 cm.



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